Es triste perder. Las llaves, una cita, un avión, una factura, el almuerzo, la razón, una persona, en fin, todo, supongo. A veces nos quedan los recuerdos, quizás casi siempre nos queda eso, pero esos también se pueden perder. Por causas físicas, por el pasar del tiempo o por algún accidente. No obstante, lo peor no es perderlos sino ensuciarlos. Darse cuenta que lo que uno pensaba que era de una manera en realidad siempre fue de otra poco significativa o hasta accidental. Eso fastidia.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment