Me regalaron 4 entradas de cortesía para ir al cine. Quién lo hizo corrió el riesgo de ser mi mejor amigo de por vida sólo por eso. Es un cliché, lo sé, pero me gusta mucho ir al cine. Cuando era más chamo mi sueño siempre fue tener una sala de cine. Me hubiese gustado renovar la sala del centro comercial cerca de mi casa pero alguien se me adelantó hace unos cuantos años y cambió las 2 salas echaítas a perder sin aire acondicionado por 9 salas nuevas de paquete con todas las comodidades a las que estamos acostumbrados en la actualidad. La verdad no es el cine más cómodo del mundo, especialmente por la cantidad de gente que asiste. Pronto abrirán (espero) un nuevo centro comercial que queda a dos cuadras del otro y parece que tendrá 15 salas o algo así. Quizás entonces la cosa mejore.
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