Invité a Smirna a que fuéramos al World Press Photo 08 y así lo hicimos. La expo, al igual que la vez que yo fui hace un par de años, era en el CC Paseo Las Mercedes. Eran las 5 de la tarde y yo aún no había almorzado así que quise comer antes de entrar a la exposición. Mi sandwich no estuvo mal pero la cuenta fue demasiado cara para mi presupuesto. De hecho quedé en la lona. Casi me arrepentí de no haberme decidido en comer en el Tolón.
La expo estuvo genial, muy inspiradora. Smirna tenía ganas de tomar así que le propuse tomar piñas coladas en mi casa (principalmente porque ya no tenía real pero sí tenía una botella de ron guardada). Después de un par de intentos, conseguimos mezcla para hacer las bebidas en un abasto de Macaracuay. Nos fuimos a mi casa y nos tomamos todas la piñas coladas que pudimos mientras duró la mezcla. Aproveché para mostrárle mi corcho (upa) a Smirna y varias fotos viejas. Jarzen llegó y hablamos un poco sobre su estadía en Argentina porque uno de los álbumes que vimos tenía fotos de entonces.
Carlos nos llamó para invitarnos a jugar Rockband en su casa y decidimos ir luego de terminarnos el último trago. Una vez allá saludamos a todos y al entrar a la cocina para poner a enfriar las cervezas que llevamos (las compramos antes en Los Naranjos) me topé con mi antigua nevera. Cuando me fui de mi casa en La Trinidad Neil la heredó y ahora que Neil ya no vive allá se la había llevado a casa de sus padres, o quien sabe donde, y recién le pidieron desocupar el espacio que estaba ocupando la nevera. Fue una feliz coincidencia que Carlos se estuviera mudando y necesitara una porque creo que Neil iba a terminar por botarla para poder liberar el espacio.
Hace poco, en al menos dos conversaciones, estuvimos recordando cuando "La T", como solíamos llamar a mi casa, existía. Es decir, la casa sigue ahí donde siempre ha estado pero "La T" era nuestro sitio de reuniones, nuestro cuartel general. Hoy en día lo extrañamos por más de una razón. Fue una grata sorpresa volver a ver mi vieja nevera en esta casa. Es una reliquia de buenos tiempos pasados. Hoy en día me doy cuenta que mientras estuve en ese lugar estuve resolviendo muchos issues que no sabía que necesitaba resolver. Hubo muchas cosas que dejé de hacer entonces. Quizás porque no podía.
Lástima que ese lugar ya no existe pero algún día volverá. De eso estoy seguro.
En esta casa, mi antugua nevera viste imanes con palabras. Me quedé un rato armando, o tratando de armar más bien, oraciones graciosas o pseudo-inteligentes. Me pareció un muy buena herramienta para combatir el bloqueo. Pensé en comprar unas para mi actual hogar pero sería como monopolizar la nevera. Creo que es una de esas cosas que sólo funcionan en apartamentos de "soltero". Tal las compre de cualquier manera.
En fin, luego de que me despegué de la nevera vimos algunos videos hasta que por fin decidieron que íbamos a jugar Rockband. La verdad es que me daba fastidio jugar en ese momento pero la decisión estaba ya tomada. Menos mal que nadie me hizo caso (aunque la verdad no recuerdo haber puesto demasiada oposición) porque es uno de los juegos más divertidos que he jugado jamás. Había una muchacha que parecía un metrónomo y era excelente en la batería, mucho mejor que Carlos o que cualquiera de nosotros. Yo sólo canté. Al principio me parecía que no iba a durar mucho haciéndolo por lo malo pero me fue bien.
Tanto Jarzen como yo salimos con una necesidad nueva ese día. Decimos que pronto, entre los dos, compraremos nuestro propio Rockband para el Xbox.
Jugamos como hasta las 2 y pico am y nos fuimos inmediatamente pero me hubiera gustado quedarme mucho más.
La expo estuvo genial, muy inspiradora. Smirna tenía ganas de tomar así que le propuse tomar piñas coladas en mi casa (principalmente porque ya no tenía real pero sí tenía una botella de ron guardada). Después de un par de intentos, conseguimos mezcla para hacer las bebidas en un abasto de Macaracuay. Nos fuimos a mi casa y nos tomamos todas la piñas coladas que pudimos mientras duró la mezcla. Aproveché para mostrárle mi corcho (upa) a Smirna y varias fotos viejas. Jarzen llegó y hablamos un poco sobre su estadía en Argentina porque uno de los álbumes que vimos tenía fotos de entonces.
Carlos nos llamó para invitarnos a jugar Rockband en su casa y decidimos ir luego de terminarnos el último trago. Una vez allá saludamos a todos y al entrar a la cocina para poner a enfriar las cervezas que llevamos (las compramos antes en Los Naranjos) me topé con mi antigua nevera. Cuando me fui de mi casa en La Trinidad Neil la heredó y ahora que Neil ya no vive allá se la había llevado a casa de sus padres, o quien sabe donde, y recién le pidieron desocupar el espacio que estaba ocupando la nevera. Fue una feliz coincidencia que Carlos se estuviera mudando y necesitara una porque creo que Neil iba a terminar por botarla para poder liberar el espacio.
Hace poco, en al menos dos conversaciones, estuvimos recordando cuando "La T", como solíamos llamar a mi casa, existía. Es decir, la casa sigue ahí donde siempre ha estado pero "La T" era nuestro sitio de reuniones, nuestro cuartel general. Hoy en día lo extrañamos por más de una razón. Fue una grata sorpresa volver a ver mi vieja nevera en esta casa. Es una reliquia de buenos tiempos pasados. Hoy en día me doy cuenta que mientras estuve en ese lugar estuve resolviendo muchos issues que no sabía que necesitaba resolver. Hubo muchas cosas que dejé de hacer entonces. Quizás porque no podía.
Lástima que ese lugar ya no existe pero algún día volverá. De eso estoy seguro.
En esta casa, mi antugua nevera viste imanes con palabras. Me quedé un rato armando, o tratando de armar más bien, oraciones graciosas o pseudo-inteligentes. Me pareció un muy buena herramienta para combatir el bloqueo. Pensé en comprar unas para mi actual hogar pero sería como monopolizar la nevera. Creo que es una de esas cosas que sólo funcionan en apartamentos de "soltero". Tal las compre de cualquier manera.
En fin, luego de que me despegué de la nevera vimos algunos videos hasta que por fin decidieron que íbamos a jugar Rockband. La verdad es que me daba fastidio jugar en ese momento pero la decisión estaba ya tomada. Menos mal que nadie me hizo caso (aunque la verdad no recuerdo haber puesto demasiada oposición) porque es uno de los juegos más divertidos que he jugado jamás. Había una muchacha que parecía un metrónomo y era excelente en la batería, mucho mejor que Carlos o que cualquiera de nosotros. Yo sólo canté. Al principio me parecía que no iba a durar mucho haciéndolo por lo malo pero me fue bien.
Tanto Jarzen como yo salimos con una necesidad nueva ese día. Decimos que pronto, entre los dos, compraremos nuestro propio Rockband para el Xbox.
Jugamos como hasta las 2 y pico am y nos fuimos inmediatamente pero me hubiera gustado quedarme mucho más.
1 comment:
la nevera estaba guardada en casa de Emiro jajajaja q loco como esa nevera ha pasado por tantos sitios :o
tu corcho es muy fino :D me encanta (U-PA)
MUAH!
Post a Comment