Tuesday, June 7, 2011

Muy largo para un tweet

Prefiero caminar al trabajo solo, así puedo ir escuchando música y leer en el Metro, o simplemente guardar silencio y extender el proceso de despertarme. Hoy bajé con mi mamá hasta el centro comercial así que apenas me puse los audífonos llegando a la estación de Metro.  Antes de tomar las escaleras  mecánicas noto a un tipo de traje, calvo, de unos sesenta y pico de años.  El señor tenía un hueco en la cabeza, más bien una hendidura, redonda, profunda.  Una fractura, obvio. Se ve que suele afeitarse la cabeza pero en ese hueco la hojilla o la máquina no llega, así que la fractura tiene pelos, parece como un erizo cóncavo.

Comienzo a imaginar que debe tener algún tipo de limitación motora o de memoria o de alguna habilidad, no porque se aprecie alguna sino porque ese golpe tiene que haberle tocado el cerebro.  Trato de no quedarme viéndolo demasiado tiempo, no es agradable verlo y además no me gusta ser así de imprudente. Trato de adelantarlo en las escaleras pero quedo justo uno o dos peldaños más abajo de él.  Siento que me tocan el brazo, nunca falta un idiota que intente hablarme mientras tengo los audífonos puestos, es lo primero que pienso.  Volteo y para mi sorpresa es el señor del hueco peludo en la cabeza que está diciendo algo.  Como que sí estaba loco después de todo pero trato de no ser pedante y me quito uno de los audífonos y me acerco a ver qué es lo que quiere.

- "Estamos mandando". Me dice con cara muy seria.

No entiendo nada así que le digo "Sí ¿Por qué no?". Concluyo que efectivamente está loco y vuelvo a colocarme mi audífono.  Maldita situación del país que nadie puede estar loco "normal" todo tiene que ver con la fucking política. ¿Lo dijo porque es de oposición y se está evadiendo o el carajo piensa que todo el mundo es chavista? Voy pensando hasta que por fin entiendo que el loco soy yo y que el señor sólo hacía un chiste.  "Estamos mandando", los calvos estamos mandando.  El señor del hueco peludo en la cabeza está más lúcido que yo y puede hacer chistes manteniendo una cara seria a extraños en el Metro. Me río y volteo a verlo de nuevo riéndome apenado. 

Las escaleras por fin llegan a su fin y camino apurado sin ver atrás hasta el torniquete.
Enviado desde mi BlackBerry de Movistar

No comments: